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domingo, 11 de febrero de 2018

La leyenda del Mar Interior

Ingwïl encuentra a Dratherna
Cuentan que hace más de un milenio, cuando los Clanes de Gielver eran jóvenes y sus guerras sangrientas y frecuentes; un oscuro brujo Nuberu llamado Faerius se propuso dominar los poderes del agua y el hielo más allá de lo posible. Quiso crear para ello un poderoso artefacto, conocido como el Tridente Gélido o Tridente de Faerius. Contó con la ayuda de un brujo enano, Sigvaorr, quien le mostró antiguos textos y pergaminos, y le explicó cómo debía realizar el ritual a cambio de que dejara vivir su espíritu dentro del Tridente. Si bien, no le contó el verdadero precio que tendría que pagar por ello.

El brujo pasó décadas preparando el ritual prohibido y buscando la manera de forjar el tridente. Estaba tan obcecado en su empeño que no se paró a pensar en que el demonio estaba tratando de engañarle. Incluso la mismísima Reina Sidhe, Ingwïl, intentó advertirle de lo que su intento conllevaría, pero él no quiso escuchar a nadie. Durante un eclipse de Luna Llena, Faerius abrió un portal gigantesco que absorbió la energía mágica y vital de todos los habitantes Nuberu de su ciudad, consumiéndolos en cuestión de segundos. Tanta energía y tanta muerte terminaron por desquiciar la mente de Faerius, y el hechizo quedó fuera de control. El Vacío se filtró sobre la tierra, derramando su Sombra sobre ella. Sigvaorr mató a Faerius y le arrebató el tridente, asumiendo así el control del ejército no-muerto que emergió del portal y comenzó a destruir el pueblo Nuberu.

La Reina Sidhe, habiendo augurado el desastre, acudió con Drantaialeltherna, la dragona del agua. Hubo una batalla infernal entre los siervos de Sigvaorr, las legiones Sidhe y los pocos Nuberu que lograron organizarse bajo el mando del Rey Nuberu Du’Faûr. Nunca antes tanta sangre faérica había sido derramada. Viendo el sufrimiento de aquella carnicería, la dragona Dratherna tomó una decisión.
Provocó una gran tormenta que desencadenó una gigantesca ola que arrasó el interior del continente desde el Mar del Norte. El choque del agua contra la tierra ahogó a las legiones de Sigvaorr, quien cegado por la ira y la rabia, arremetió contra la Dragona, arrancando con su tridente la gema de su frente. El alarido de dolor de Dratherna fue tan fuerte que todas las mareas temblaron y se agitaron. Su sangre congeló el mar y el suelo al caer, atrapando en el hielo a soldados Sidhe, Nuberu y espectros por igual.

Erupción de dracohielo
Después de que Du’Faûr e Ingwïl cerraran el portal con ayuda de sus hechiceros, las mermadas naciones faéricas se retiraron. El Rey Nuberu reunió a los últimos de su raza, y comenzó un largo camino migratorio para encontrar un nuevo lugar en el que asentarse. La Reina Sidhe encontró el cadáver medio congelado de Dratherna, y extrajo de ella el tridente helado, que manchado con la sangre escarchada de la dragona obtuvo el poder de doblegar las fuerzas del hielo y del mar. No obstante, despechada por el dolor que le provocaba haber visto morir a uno de los últimos dragones, Ingwïl ocultó el tridente al enorme páramo helado que una vez fue la nación Nuberu, dejando que éste se perdiera con los que se habían quedado atrapados para siempre en el hielo.

Con el paso de los siglos, el dracohielo (recibió este nombre al ser más duro, denso y resistente que el hielo común, motivo por el cual se hunde en el agua; y es uno de los acumuladores de energía mágica más codiciados) de Dratherna ha mantenido completamente congelado el que ahora se conoce como Mar Interior o Mar del Dragón, el cual aún alberga en sus gélidas profundidades los restos de la civilización Nuberu y de la batalla que allí tuvo lugar. Sin embargo, se dice que algunas partes están empezando a derretirse en ciertas zonas, liberando engendros de pesadilla que pululan por las noches y acechan a los excavadores de dracohielo durante sus jornadas.

¿Y qué fue de Sigvaorr? Después de que cayera junto a la dragona, nadie más volvió a saber de él. Si sobrevivió, cayó al Vacío o quedó atrapado también en el hielo, sigue siendo todo un misterio.

Mar Interior aún congelado

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