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lunes, 12 de febrero de 2018

Vihalla: Madre de la Tierra

Vianhaldragarian, Madre Elemental de la Tierra.

Vihalla constituye el diminutivo de Vianhaldragarian, dragona de la tierra y madre de la naturaleza. Los faéricos se refieren a ella como La Madre. Es, probablemente, la dragona mejor representada de los seis, debido a que siempre ha mantenido una estrecha relación con los pueblos faéricos de Gielver, con la excepción de los Nuberu. De estatura colosal y de escamas de colores cambiantes, dependiendo de dónde se encontrara o de qué aspecto adoptase; son comunes los testimonios que afirman que sobre su espalda se extendían inabarcables bosques, que de sus cuernos caían cascadas y sobre su frente brillaba una hermosa gema de olivino. Los Sidhe, de hecho, consideran que su diosa dormita bajo la Isla Fluvial, y que los montes Eldar son parte de su cuerpo, que sobresale de la tierra. Son, precisamente, los árboles que crecen en estos bosques los que producen ambaráspid, considerada la petrificación de la sangre de Vihalla, convertida en savia por estos árboles. Tanto en la magia como en la sanación, su valor fertilizante y curativo son harto conocidos. También se rumorea que es, en realidad, la fuente de la juventud eterna de los propios Sidhe.

A Vihalla se le atribuye la separación de la Isla Fluvial del resto del continente, y por ende, la creación del Mar Curvo. La religión de los Sidhe y las razas faéricas de Duin Tol'Sil consideran que los Montes Eldar son parte de la mismísima diosa, por lo que todo lo que crece y mora en ellos es sagrado. De hecho el acceso a estas montañas está restringido a cualquier raza que no sean los propios Sidhe, que lo protegen de una forma celosa y acaparadora.
No obstante, los faéricos no son los únicos que rezan a esta diosa con devoción, pues también es la deidad principal de los Kentauri, quienes también profesan un gran amor por el equilibrio natural de las cosas.

Prácticamente toda la fauna y flora se relaciona con Vihalla, como su creadora, madre y protectora. De manera general, la Diosa de la Tierra lo esta también de la fertilidad, las buenas cosechas, la y la familia. A ella se le hacen ofrendas en altares escondidos por los bosques, ya que es conocida su aversión por los núcleos urbanos. No obstante, Vihalla tiene otra faceta, y es la de sanadora y reparadora del mundo. Para muchos sanadores de las distintas razas, es la diosa de la vida y la salud, así que es común que empleen cierta ritualidad en sus prácticas con la intención de que la deidad les ayude en su empeño de sanar o salvar una vida.
De forma más trascendental, representaba la bondad, la comprensión, el amor, la pasión sexual y la abundancia. Por contra negativo, también se la tachaba de ser una diosa caprichosa, y demasiado pasional o emocional.
Símbolo de Vihalla

Sus relaciones con los otros dragones eran bastante variopintas. Se reconocía una buena sinergia entre Drantaialeltherna y ella, principales causantes de la primavera; e incluso se afirma que la dragona del agua tuvo que ver con la creación del Mar Curvo para evitar que los bosques de Duin Tol'Sil se perdieran bajo los ardientes volcanes de Tharartheresteitz. Obviamente, su relación con el dragón del fuego nunca fue precisamente buena: éste no valoraba en absoluto la vida que ella creaba y a la que tanto amor dedicaba, así que chocaban muy a menudo en forma de violentos terremotos y de colisiones de tierra y fuego, generando las formaciones montañosas de la cordilleras Cruzada y Colmillofrío. Aún así, sus roces con Tharartheresteitz solían enfriarse relativamente rápido; no así con Solderveginnasander; quien disfrutaba marchitando y haciendo enfermar toda vida que Vihalla creaba para apropiarse de ella. Fue la dragona de la tierra quien, de hecho, propuso a los demás que Solderveginnasander debía ser confinada para que dejara de resultar una amenaza.

El paso de los milenios ha convertido a Vihalla en una deidad humanizada, que forma parte del Panteón de los Antiguos. Para los antiguos Clanes ésta era una deidad maternal, vivaz y sanadora, pero al mismo tiempo pasional, inestable y rencorosa. En general demanda ofrendas vegetales, nunca sangre o sacrificios, pues para los adoradores de Vihalla toda vida es sagrada y ninguna debe ser tomada sin necesidad. Nunca han existido templos de esta deidad, solo altares de roca natural esparcidos por los bosques que aún se pueden encontrar en Rohäred, Duin Tol'Sil y; quizá algo más olvidados, en las últimas zonas verdes del Imperio.

Representación de Vihalla.

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